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García Uriburu denuncia a su hija por la herencia de sus obras

El reconocido artista plástico y arquitecto argentino Nicolás García Uriburu, que exhibe sus obras en los principales museos y galerías del mundo, denuncia a su única hija, Azul García Uriburu.

"Ella pretende hacerse cargo de mi obra y mis bienes sin esperar mi muerte", asegura en una solicitada publicada en el diario Clarín el viernes pasado.

"Nunca pensé estar en esta situación pues siempre he sido un padre presente y hasta he compartido hace unos meses un tiempo en su casa sin pensar que esa estadía iba a ser utilizada en mi contra", comienza García Uriburu, de 78 años.

“Tenía la idea de que luego de cumplir el precepto materno de casarse con un hombre rico, mi hija vería saciado su afán de riquezas materiales, pero me equivoqué”, continúa.

"Me veo hoy en la triste situación de tener la salida del país restringida por una causa iniciada por mis hermanas a instancia de mi única hija para determinar mi capacidad", señaló García Uriburu en la solicitada.

Según confirmó el propio artista a la agencia Efe, esperará a ver qué ocurre con la causa iniciada contra él para decidir si toma medidas judiciales o no.

Efe también trató de contactar con su hija Azul, pero no logró obtener su testimonio.

"Llegar a esta edad teniendo que demostrar a través de análisis médicos que soy capaz, como lo vengo haciendo en este último mes, no ha sido suficiente y sigo esperando", declaró García Uriburu en la nota, en el que acusó a su hija de desconocer el "sentimiento cristiano" que contempla "respetar y querer a tus mayores".

"No basta con sentar a un cura los domingos en su mesa para ser buena cristiana", criticó.

García Uriburu, que preside la Fundación que lleva su nombre, aseguró que debido a este conflicto tuvo que dejar de lado "compromisos de trabajo en el exterior", como reuniones con funcionarios del Gobierno uruguayo, para resolver temas del museo que fundó en la ciudad de Maldonado del vecino país, y reveló que recibió llamadas de apoyo de directores de museos y políticos.

Pero "de nada me sirven" si "en mi país soy tratado de esta manera", agregó el artista.

"Cuando la veo hoy en el juzgado reclamando cifras y cuadros, me viene a la mente una frase que la describe: 'era tan pobre, pero tan pobre, que lo único que tenía era dinero'", sentenció.

García Uriburu obtuvo el Gran Premio de Pintura Nacional en 1998, así como los galardones internacionales Prix Lefranc (1968), el Primer Premio de la Bienal de Tokio (1975) o el Premio a la Trayectoria del Fondo Nacional de las Artes en Buenos Aires (2000).

Una de sus acciones más reconocidas fue la "coloración" de verde del Gran Canal de Venecia en 1968 y, desde entonces, realizó acciones similares en el Sena de París, el East River de Nueva York o el río de la Plata de Buenos Aires, como una forma de protesta contra la contaminación del medio ambiente. (Efe y Perfil.com)

Foto: Gentileza La Nación

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