X
Aviso de cookies

Usamos cookies para personalizar tu experiencia y los anuncios que ves en éste website y en otros. Para obtener más información o cambiar los ajustes, haz click aquí. Siempre puedes cambiar la preferencia visitando la sección de Configuración de cookies al final de la página.

Hallan los cuerpos de dos niños argentinos asesinados en un templo satánico de Brasil

El líder de un templo satánico y dos de sus seguidores fueron detenidos en Porto Alegre sospechados de estar involucrados en la muerte de dos niños argentinos y una mujer, cuyos cuerpos fueron encontrados descuartizados en Novo Hamburgo.

Las víctimas, dos menores de 8 y 12 años oriundos de la Mesopotamia argentina, eran hermanos y habrían sido entregados por un argentino a cambio de un camión. 

Los abusaron, ataron en pedestales, cortaron, decapitaron, desmembraron, bebieron su sangre y comieron su carne.

Los exámenes de ADN confirmaron que eran hermanos, pero hijos de padres diferentes. El niño tenía entre 8 y 10 años de edad, y la niña, entre 10 y 12 años.

Los restos de los menores fueron hallados a unos 30 kilómetros del "templo" dentro de bolsas de basura el 4 de septiembre del año pasado, pero recién ahora se supo que fueron asesinados en el marco de una ceremonia que incluyó horrores como abusos sexuales, cortes en el cuerpo, desmembramientos, decapitación y canibalismo. 

Además fue encontrado el cuerpo de una mujer, que los investigadores creen que podría tratarse de la madre de los niños. Su cuerpo se encontraba enterrado.

El director regional de policía del Valle del Sinos, Rosalino Seara, informó a la prensa local que confirmaron la existencia de un templo donde se encontró la imagen de un demonio y, a continuación, un cráneo dentro de una cuenca con sangre.

Los oficiales aún están en la busca de los cráneos de las víctimas, que no estaban junto a los cuerpos.

Por el hecho, cuatro personas ya fueron detenidas y tres aún permanecen prófugas, entre ellas un hombre de ciudadanía argentina, identificado como Jorge Adrián Alves, de 33 años.

En declaraciones a la policía, el líder del grupo afirmó ser “maestro y brujo”, y también realizar rituales y conferencias sobre el tema. Dijo también que poseía una especie de “pacto con el diablo” que le garantizaba realizaciones financieras y amorosas. Pero negó hacer sacrificios humanos.

La policía investiga si los rituales se practicaban dentro del templo. 

Ir a la nota original