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Sigue el debate por el aborto: todas las voces

El plenario estuvo coordinado por el presidente de la comisión de Legislación General, Daniel Lipovetzky (PRO). Las otras comisiones son las de Salud, Familia y Legislación Penal. Entre las cuatro suman 128 diputados y diputadas. Muchos de ellos no estuvieron en la reunión: durante la mañana sólo asistieron 56.

La segunda jornada del histórico debate sobre la legalización del aborto transcurrió sin sobresaltos, aunque sí con fuertes aplausos para la escritora Claudia Piñeiro, que acusó de “operación de lenguaje” a los que se oponen al aborto usando la expresión “por la vida”: “Nos robaron la palabra vida”, sostuvo, y le pidió al presidente Mauricio Macri que no repita más esa expresión.

El plenario estuvo coordinado por el presidente de la comisión de Legislación General, Daniel Lipovetzky (PRO). Las otras comisiones son las de Salud, Familia y Legislación Penal. Entre las cuatro suman 128 diputados y diputadas. Muchos de ellos no estuvieron en la reunión: durante la mañana sólo asistieron 56.

Otro testimonio conmovió por lo crudo, por lo auténtico. Frente a los legisladores, Lorena Fernández, residente en la Villa 31, exclamó estar en contra del aborto y desafió a los presentes a que vayan a las villas y pregunten a cada mujer pobre si está de acuerdo con el aborto.

"Estoy cansada que todas (las que promueven el aborto) se cuelguen de nosotras que somos pobres, humildes. Soy de la villa 31 y muchas como yo pensamos que un aborto es matar. Todas tenemos más de un hijo; yo tengo cuatro. Tengo una hija de trece años; su papá (yo me casé con él) me pidió que aborte. Fui a una clínica y le dije a la doctora que no quería abortar, que ya había abortado a los 16 años, mis propios padres me lo pidieron", contó durante la reunión de comisión que debate el proyecto de despenalización.

“La lucha por el aborto no empezó el martes”, dijo Andrea D’Atri, psicóloga, fundadora de la Agrupación de Mujeres Pan, que habló de “la lucha persistente del movimiento de mujeres. En la primera audiencia tuvimos que escuchar argumentos verdaderamente increíbles. Nos impacienta que en vez de debatir lo que hay que debatir, nos quieran a retrotraer a cuestiones pasadas. Deberían informarse para no hablar con ignorancia”. sostuvo refiriéndose a los expositores contrarios a la legalización.

“Penar implica considerar a la mujer no como un sujeto de derechos sino como una cosa, otros deciden por ella. Penar es discriminatorio. Penar no previene la interrupción del embarazo sino todo lo contrario. Lo que se castiga es la decisión de no querer ser madre”, dijo la abogada María Elena Barbagelata.

Continuó Mario Sebastiani, del área de Ginecología y Obstetricia del Hospital Italiano: “Si existe el derecho a tener hijos, debe existir el derecho a no tenerlos”, opinó, y agregó: “Un aborto en el primer trimestre es 14 veces menos riesgoso que un embarazo y un parto”. Otra médica, Mabel Bianco -al frente de la Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer-, pidió: “Tenemos tantos disensos que busquemos una coincidencia. Los que antes decían que no querían educación sexual integral no anticonceptivos ahora dicen que sí. Bueno, exijan que se cumpla. Las leyes no obligan pero la omisión de una ley es una forma de obligar. En este caso, a poner en riesgo la vida”.

Otra abogada, Soledad Deza, habló del “patriarcado que opera en nuestros cuerpos”. Y se detuvo en las 534 causas judiciales por abortos que hay en Tucumán, la única provincia del país que no adhirió a la Ley de Salud Sexual y Procreación Responsable. Se detuvo en Belén, la joven que estuvo presa por haber sufrido un aborto espontáneo. Su caso es emblemático, porque fue condenada a ocho años de prisión, y luego sobreseída por la lucha de Deza y el movimiento de mujeres.

La periodista Mariana Carbajal llevó otra historia, la de María Campos, una mujer de 37 años que murió en febrero por un aborto inseguro. Tenía seis hijos: “Esta es una selfie de María Campos rodeada de sus cinco hijas. La mayor de 15, la menor de 3. La mató la criminalización del aborto. Si hubiese podido acceder a un aborto en un hospital no hubiera recurrido a la sonda que le causó la infección generalizada. Diputados y diputadas de ustedes depende que no haya más Marías”.

También expusieron Estela Díaz, secretaria de Género e Igualdad de Oportunidades de CTA, el jurista y sociólogo Roberto Gargarella, Manuel Ochandio, presidente del Instituto Laico de Estudios Contemporáneos, la médica generalista Analía Bruno, el economista Claudio Lozano, el escritor Alejandro Katz, Laura González Velasco, del Consejo Económico y Social de la Ciudad y Mumala, y María Rachid, del colectivo LGBT.

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