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Color esperanza

Son madres o padres; hijos o hijas; pareja o íntimos amigos. Todos son víctimas silenciosas de la adicción de sus seres queridos. Hoy nos dan su testimonio.

Son familiares de personas que transitan o han transitado el mundo de las adicciones. El dolor e incertidumbre de un entorno sufrido, pendiente a las mejoras y recaídas de su ser querido. Familias que esperan intensamente una recuperación rápida, porque han dedicado todo su empeño y tiempo combatiendo la adicción.

Laura es madre de un joven adicto a las drogas, Germán es primo y amigo de una persona con ludopatía y Alejandra es madre de una persona que pasó por la drogadicción y completó su proceso de internación. En este último caso, Alejandra piensa que dicha problemática nunca se cura por completo, a pesar de que su hijo estuvo en una granja con la ayuda de especialistas.

En las tres historias conocemos el otro lado de la adicción. Cómo se destruyen familias enteras, cómo sufre el ámbito cercano. Muchos se llaman a sí mismos "coadictos", porque se terminan sintiendo parte del sufrimiento, parte de la enfermedad.

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