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De tal palo, tal astilla: pasado, presente y futuro de Pastalinda, Cencherle y Un toque

Herencia, mandato u obligación. Hay quienes siguen un emprendimiento familiar aunque no quieran saber nada. Otros, porque están convencidos de su destino.

Te presentamos historias de transmisión familiar, de prácticas que pasan de generación en generación, de valores que no se olvidan.  

Tal es el caso, por ejemplo, de Pastalinda. María Pía y su esposo fundaron la empresa, y mantuvieron su renombre por años. Llegó el momento en el que comenzaron a preguntarse quién podría continuar con la dirección de la fábrica, porque ellos no habían tenido hijos. Estuvieron a punto de venderla, pero Jonathan, sobrino-nieto, quiso hacerse cargo. Desde chico conoce Pastalinda, con constante curiosidad recorría los pasillos y hablaba con los operarios. Al momento de tomar las riendas de la empresa, ya tenía una buena base de conocimientos, los cuales fueron enriquecidos gracias a los consejos y enseñanzas que María Pía pudo aportar.  

Por otro lado, Pablo decidió continuar con el emprendimiento familiar “Un Toque”. Es una red de pizzerías que había sido creada por sus abuelos, quienes transmitieron la pasión “pizzera” a su padre y tío. En esta historia también llegó la instancia en la que, por distintas razones, la familia no quiso continuar con las responsabilidades de “Un Toque”, por lo que estuvo a punto de cerrar sus puertas. Pablo decidió seguir trabajando en línea con el legado familiar, con orgullo y entusiasmo.  

Otro caso es el de la fábrica de lanas Cencherle. Christian continuó con la labor que había comenzado su abuelo. El padre de Christian había también dirigido la empresa hasta días antes de fallecer, y en una de sus últimas conversaciones le transmitió a su hijo su deseo de que no se pierda todo el empeño invertido en Lanas Cencherle. Por eso es que Christian tomó las riendas de la fábrica y provocó un gran crecimiento en tamaño y números. Hoy, sus hijos- que perciben la constante dedicación de Christian- no se muestran interesados en continuar con el mandato familiar. Uno de ellos quiere dedicarse a los autos, y otro quiere ser abogado. De todas formas, sea la decisión que cada uno tome, el actual dueño de Cencherle va a estar orgulloso del camino que tome cada integrante de la familia. Porque, después de todo, para mantener y fortalecer el crecimiento de un emprendimiento, la pasión es fundamental, el deseo es primordial.

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