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El país que espera: nuevos carreros, menos para levantar

En los pasillos de Villa Garrote hay un tráfico permanente de carros y caballos que van y vienen.

A caballo, caminando o en bicicleta. Cada vez más vecinos de Villa Garrote en Tigre deciden, ante la falta de trabajo, salir con carros a recorrer las calles en búsqueda de algo que vender.

En los pasillos de Villa Garrote hay un tráfico permanente de carros y caballos que van y vienen. Están los que salen a la mañana, a la tarde y a la noche. Algunos comparten carros con vecinos o familiares que salen en otro horario. Los más históricos lo hacen a caballo, pero los nuevos carreros pueden ir a pie o en bicicleta.

Luis es carrero de toda la vida, durante la cuarentena vio como muchos de sus vecinos se quedaban sin trabajo y las calles comenzaron a llenarse de nuevos carreros que se mueven en bicicleta, a pie e incluso en auto. Más carreros significa menos para levantar y por ende menos ingresos al final del día. En la casa son 9 integrantes y por esta situación uno de sus hijos de 15 años dejó la escuela para ayudarlo en el carro.

Jorge y Mauro son algunos de los nuevos carreros. En el caso de Jorge trabajaba en el puerto de frutos cargando lanchas, con el comienzo de la cuarentena se quedó sin trabajo y la actividad nunca se terminó de recuperar ni él su empleo. Hoy recorre con su bicicleta las calles de Tigre y la zona del puerto de frutos buscando mercadería que las verdulerías descartan. Mauro, tiene 19 años, trabajaba en la construcción y terminaba el secundario por la noche.

La pandemia impidió las obras y se quedó sin empleo. Un pariente le prestó un carro, para que usara en contraturno y de esa manera se gana la vida hoy. Le gustaría estudiar e ingresar a la universidad pero otra realidad se le impuso y como tantos de sus vecinos sale todas las mañanas a buscar en las calles “el pan de cada día”.

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