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"He Vivido": Betty y una vida de amor, sueños y recompensas

Vivieron con intensidad, llegaron con plenitud a la vejez y hoy nos cuentan sus secretos. Nuevo informe con Erica Fontana.

Amelia Beatriz Araujo tiene 87 años, nació en Carlos Casares y tuvo 10 hermanos. Vino a Buenos Aires cuando chica, tuvo paperas y para no contagiar a sus hermanos la aislaron en el campo. Hoy en día de sus días hermanos sólo le quedaron dos.

Su marido fue el hombre de su vida, estuvieron casados más de 45 años. Él trabajaba en la fábrica de Olivetti y llegó a poner una franquicia de la marca. Con el "Rodrigazo" tuvo que vender todo porque se fundió y terminó trabajando en la pequeña despensa que tenía Betty.

Falleció hace cinco años atrás, antes estuvo muy enfermo y por un glaucoma perdió el 95 por ciento de la visión. Ella lo cuidó con mucho amor.

No pudieron tener hijos, hicieron varios tratamientos de fertilidad que eran muy dolorosos para Betty. Quedó embarazada una vez, pero lo perdió. Su marido al ver el padecimiento de ella decidió dejar de hacer el tratamiento y siguieron adelante. Creen que las secuelas de la paperas fue lo que le impidió ser madre.

Analía, la vecina de toda su vida, fue quien mandó su historia, ya que la considera una madre postiza. Junto a ella va a un curso de alfombras tejidas. Betty es una hábil tejedora. Sale a diario a caminar con su perrita Luna, de cuatro años, quien se convirtió en la hija que biológicamente no pudo tener.

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