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"He vivido": los secretos de quienes llegaron en plenitud a la vejez

Tuvieron vidas muy intensas y hoy nos revelan sus historias en un nuevo informe de Érica Fontana.

Olegaria Angelina García Álvarez tiene 93 años y vive el Geriátrico Nuevas Raíces. Desde allí recibe a las cámaras de Telefe Noticias para un nuevo capítulo de “He Vivido”.

Olegaria nació en Sosas, un pueblo de España, donde vivió durante toda su niñez y adolescencia. Con su marido, que falleció, tuvo dos hijos, y luego tres nietos y seis bisnietos.

El amor llegó durante su adolescencia, cuando conoció a quien fue su marido. Garcilazo, que se dedicaba a la minería. Ahora recuerda lo que fue vivir la Guerra Civil. Fue en aquel momento que comenzaron a pensar en la posibilidad de viajar a la Argentina.

Así fue cómo dejaron a su hijo mayor al cuidado de los abuelos, porque no tenían plata para el pasaje y viajaron con su hija menor durante 18 días en barco. Al poco tiempo consiguieron trabajo y lograron traer a su hijo mayor al país. Todavía aparecen como retazos de su memoria el día que lo volvió a ver y lo abrazó con toda su fuerza.

Más tarde pusieron una verdulería y luego una ferretería donde les empezó a ir muy bien. Dice haber sido feliz y recomienda como fórmula para la vida “no trabajar tanto y salir a bailar”.

En la Residencia del Arce vive Ludia Núñez de Jaco, de 91 años, quien fue madrina del cura Carlos Mugica, con quien se crió. Como trabajó de administrativa en la quinta presidencial desde la presidencia de Ortiz en adelante, conoció a Evita, a quien veía pasar a menudo y la saluda. Lidia recuerda que la visitó cuando estaba enferma, antes de su muerte.

Su marido, Constantino, con quien estuvo 49 años casada, fue presidente de los agentes de la Bolsa de Buenos Aires. Su padre tuvo una agencia de Lotería, y peluquería, en el barrio de Once donde se crió. Su sobrina más chica es para ella como la hija que nunca tuvo, hoy en día la visita asiduamente la residencia donde vive y las hijas de ella la aman como a su propia abuela. Es una gran lectora y ama los policiales y las novelas de amor. Con Constantino amaban el cine y recuerda con emoción ir a ver películas en calle Lavalle.

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