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"He vivido": una vida de película

Historias y secretos de quienes llegaron en plenitud a la vejez, en un nuevo informe de Erica Fontana.

NORBERTO CASTRONUOVO 92 AÑOS

Nació en Martínez y durante la infancia se la pasaba jugando al fútbol. Tenía 15 años cuando conoció al dueño de Pampa Films que quiso llevarlo a jugar a Huracán. Se probó como delantero e hizo dos goles en un partido que jugó muy mal y que todavía recuerda.

Más tarde, el dueño de Pampa Films, lo hizo entrar a trabajar como electricista en esos estudios, lo que le dio comienzo a su profesión con el cine. Fue contratado por dos meses para una película y se terminó quedando hasta que los estudios cerraron, 30 años después.

Más conocido como “Titoni”, Norberto comenzó como sonidista por casualidad y con los años se transformó en Director de Sonido, uno de los más destacados del cine nacional. Ni bien se conformó el sindicato del cine, tuvo una pelea con el primer secretario general que lo puso por un tiempo en una lista negra.

Hizo más de trescientas películas: La Patagonia Rebelde, La Fiaca, La Noche de los lápices, Plata quemada, todas las de Olmedo y Porcel, trabajo en muchísimas películas con Juan Carlos Thorry y Julieta Magaña, Profesor Hippie y otras más de Sandrini. También hizo Las Cosas del Querer. Además del sonido, también participó como extra en Argentino hasta la muerte, una película que protagonizaba Thelma Biral.

En los 70 probó suerte como sonidista en el Canal 9 de Romay y estuvo unos meses cuando todavía no existían los Controles Centrales en los canales. Así inauguró el Control Central de Canal 9. Se aburrió y volvió al cine. Luego en los años noventa fue convocado por Guillermo Francella para hacer la postproducción de Sonido de Brigada Cola.

Fue muy amigo de Gerardo Sofovich, de quien tiene grandes recuerdos. Le dieron el Cóndor de plata por la trayectoria y cuando se jubiló trabajó cinco años como profesor en la universidad de cine.

Su mujer fue el gran amor de su vida y estuvieron 66 años juntos. Falleció hace un año y medio luego de varios años de enfermedad. Lleva una foto de ella y sus hijos en un tarjetero que lleva siempre con él. Tuvieron dos hijos: Daniel y Graciela. Tiene 5 nietos y 4 bisnietos. Y recuerda con mucha emoción los viajes que hacían con sus hijos a San Clemente, Mar de Ajo y San Bernardo.

CARLOS MUSSO 82 AÑOS Y ANITA ROSSI

Carlos nació en Ushuaia, su padre fue el primer bebé que nació en Tierra del Fuego. Después de 10 años sus padres se mudaron a General Roca para que sus hijos estudiaran el secundario en General Roca. Cuando cumplió 18 años el pueblo le pagó una beca para poder estudiar en Buenos Aires. Así llegó  vino a vivir a una pensión en Buenos Aires para poder estudiar medicina. “Yo siempre digo que la pensión era veinte estrellas, porque el techo estaba todo agujereado. Dormíamos 15 en el cuarto”.

Ella nació en Santa Fe, en un pueblo rural llamado Centeno. Sus padres vinieron de Italia. Recuerda con mucha emoción a su padre, un agricultor que hizo todo lo posible para que sus hijas puedan ser profesionales. Él padre dejó todo y se vino a vivir a Morón para que ellas estudiaran (todavía conserva un ladrilllo de la casa en Santa Fe)

Él es médico especializado en cirugía general y administración hospitalaria, fue director del hospital de Morón. Ella fue maestra y luego médica, kinesióloga y pediatra; es médica consultora del hospital de Niños de San Justo.

Durante la Guerra de Malvinas, Carlos siendo director del Hospital recibió un llamado de un mando militar que le exigió que diseñara un hospital de guerra y que tenía que resolverlo en una semana. Dividió el hospital en dos: una parte para la paz y otra para la guerra.

Carlos y Anita se conocieron en el hospital de Morón, durante las guardias. Él era muy tímido y estuvo varios años hasta que se le declaró por cartas. Era jefe de ingresantes y ella iba a aprender a aplicar las inyecciones. “Ana era una mujer para casarse”, dice él todavía enamorado. Carlos todavía conserva un señalador que ella le regaló en aquellos años.

Desarrollaron un trabajo de investigación en conjunto sobre los piojos que recibió premios en Italia. La idea del proyecto fue desarrollar una loción eficaz que ahogara las liendres. Su trabajo fue muy destacado en los hospitales pediátricos. Además, realizaron otro trabajo sobre parásitos por falta de cloacas que lo utilizó el director de Salud de La Matanza para hacer campaña.

En 1970 hicieron en conjunto un plan de educación sexual para escuela especiales. Él se los dictaba a padres e hijos y ella a madres e hijas.

Tuvieron tres hijos: un varón que se transformó en nefrólogo (Carlos y él hicieron un trabajo en conjunto que fue destacado en Oxford) y dos nenas, una ginecóloga y la otra maestra jardinera y fonoaudióloga. Las dos hijas del matrimonio la tuvieron en la casa de ellos, él fue el partero. Tienen 5 nietos.

Además de su dedicación a la medicina y la enseñanza tuvieron tiempo para realizar trabajo social. Ana, con sus conocimientos de agricultura, desarrolló una huerta orgánica que los vecinos de un barrio carenciado usaban para abastecerse en plena crisis del 2001. Él inauguró una salita en el mismo asentamiento donde estaba la huerta. Además, Carlos iba a vacunar a los chicos carenciados a la villa Pirelli de Mataderos.

Hoy están los dos jubilados, pero ejercen de forma particular en su domicilio.

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