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Vecinos en guerra: conflicto en el pasillo

Rosa y Carlos viven en La Boca con su hija Ailén Núñez, de 6 años, trasplantada de corazón hace menos de un año. Entre las distintas maneras de lograr mediaciones vecinales está la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires. Se puede entrar a www.defensoria.org.ar o llamar al 0800-999-3722.

El momento del trasplante de Ailén fue muy doloroso para la familia, porque tuvo que estar con un corazón artificial por un tiempo y, cuando se consiguió un donante, debió ser operada durante 14 horas.

Cada vez que recuerda esos días, Ailén llora y abraza a su madre, es muy consciente de lo que tuvo que pasar.

Sus defensas están muy bajas, no puede correr y menos exponerse a ambientes infecciosos.

Pero la familia vive al lado de Nilda, una mujer que convive con casi 20 perros (entre 17 y 22) y 4 gatos, en una casa de pocas dimensiones.

Nilda saca a los perros al pasillo común y los padres de Ailén tienen miedo.

El médico de Ailén les dice que ella no puede vivir allí, expuesta a la suciedad de los perros y los olores de excremento y orina. Tampoco puede correr en caso de que los animales la ataquen. Y no es una posibilidad remota: ya mordieron a un hermano de ella y lastimaron a una mujer embarazada.

Cuando los padres de Ailén tienen que llevarla de emergencia al médico suelen pedirle a Nilda que saque a los perros del pasillo, pero ella reacciona de forma violenta o hace oídos sordos.

Nilda les llegó a decir que sus animales eran más importantes que los hijos de Rosa y Carlos, además de sus tantos insultos.

El pedido puntual de los vecinos es que Nilda acceda a hacer una especie de reja o pared que divida al pasillo en dos, una parte para perros y otra para personas.

¿Querés contar tu historia? Escribí a vecinosenguerra@telefe.com.ar 

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