X
Aviso de cookies

Usamos cookies para personalizar tu experiencia y los anuncios que ves en éste website y en otros. Para obtener más información o cambiar los ajustes, haz click aquí. Siempre puedes cambiar la preferencia visitando la sección de Configuración de cookies al final de la página.

This browser does not support the video element.

El conmovedor testimonio de un rescatista tras encontrar con vida a una joven entre escombros

“Pau”, la chica rescatada, sale de nuevo al mundo, mientras todos celebran el milagro. Porque la vida, sin dudas, le dio una segunda oportunidad.

Los silbatos suenan y piden silencio. Después, cuando se aproxima un rescate, el aire se enmudece y sólo se escucha el movimiento de quienes se sumergen bajo los escombros para salvar vidas. México vive desde el pasado 19 de septiembre una tragedia, después de que la tierra volvió a temblar tras un terremoto que se llevó la vida de más de 200 personas y dejó miles sepultadas bajo construcciones que ya no existen.

En medio del dolor irrefrenable por la pérdida, los rescatistas trabajan a contrarreloj, para remover piedras y encontrar vida. Un voluntario subió a la red social Facebook una serie de videos donde muestra el trabajo que hacen hombres y mujeres que colaboran cómo pueden: moviendo piedras, poniendo su cuerpo para salvar vidas, asistiendo con víveres y prestando ayuda en horas que son cruciales para rescatar a aquellos que quedaron atrapados.

“Después de 36 horas metido en escombros, hubo muchas malas noticias pero no nos íbamos a retirar hasta llegar a la burbuja. Lo logramos”, escribió en el posteo.

En último video se escucha la respiración agitada. Alguien dice dos, tres y cuenta. Un rescatista sujeta a un sobreviviente. Los voluntarios tiran de una cuerda y empujan. De nuevo se escucha el conteo. “Listos, dos, tres”. Y luego, la celebración. “Venga, estás afuera”. “Pau”, la joven rescatada, sale de nuevo al mundo, mientras todos celebran el milagro. Porque la vida, sin dudas, le dio una segunda oportunidad. Mientras tanto, el hombre que graba el video, pide espacio para los médicos, luego mira a cámara y resopla de alivio. “Lo logramos”, dice, entre lágrimas y emoción.

Ir a la nota original