Se disparó un clavo en el pecho mientras trabajaba y manejó hasta el hospital

"Podía ver el clavo moviéndose al mismo ritmo del latido de mi corazón", contó el hombre de 52 años, quien añadió que "el sentido común" le indicó que no debía sacarse el clavo.

Un hombre de Wisconsin (Estados Unidos) se disparó en forma accidente en el pecho con su pistola de clavos y logró llegar al hospital e incluso estacionar el auto.

Doug Bergeson está listo para regresar a trabajar luego de sobrevivir al incidente del 25 de junio que, de acuerdo con los médicos, lo llevó cerca de la muerte.

Bergeson contó a la agencia AP que estaba trabajando en el marco de la chimenea de su casa ubicada cerca de Peshtigo, en el Noreste de Wisconsin, cuando su pistola para clavar se disparó de manera accidental y un clavo se incrustó en su pecho tras rebotar en la madera.

"Pensé que sólo me había hecho un rasguño. Vi hacia abajo y no pude ver nada", sostuvo Bergeson, quien añadió: "Me sentía bien. No estaba preocupado por la herida. No podía sentir ninguna presión o sangre que se acumulara".

El hombre de 52 años explicó que al chequear su remera y tirar de la tela, se dio cuenta que sobresalía de su pecho el clavo unos dos centímetros y medio.

"Podía ver el clavo moviéndose al mismo ritmo del latido de mi corazón", señaló Doug y agregó que "el sentido común" le indicó que no debía sacar el clavo de su pecho.

Tras lavarse, Bergeson se subió al auto y condujo con calma hasta el Hospital Marinette, a 10 minutos de su casa, donde estacionó y se dirigió a emergencias.

Allí le realizaron unas radiografías y decidieron trasladarlo a un hospital en Green Bay, donde los cirujanos le retiraron el clavo.

El médico Alexander Roitstein confirmó que el clavo estaba a una fracción de pulgada de afectar una arteria importante e informó que le dejó moretones y un agujero.