X
Aviso de cookies

Usamos cookies para personalizar tu experiencia y los anuncios que ves en éste website y en otros. Para obtener más información o cambiar los ajustes, haz click aquí. Siempre puedes cambiar la preferencia visitando la sección de Configuración de cookies al final de la página.

This browser does not support the video element.

La ruta de los metales: investigamos el negocio detrás de los robos

En medio de la crisis un negocio sigue siendo más que redituable: el de la venta de metales. Un equipo de Telefe Noticias te va a mostrar qué hay detrás de los robos de todo tipo de elementos que tantas veces denunciamos.

El robo de cables y metales de valor llegó hasta quintuplicarse desde el inicio de la cuarentena en zonas del conurbado bonaerense.

En los negocios que se dedican a comprar metales pagan hasta $500 pesos por un kilo de cobre, que termina reciclándose en las fundiciones, para volver al mercado.

El cobre, el bronce, y el aluminio, encabezan las preferencias de los delincuentes, que no distinguen entre placas conmemorativas en las bóvedas de los cementerios, porteros eléctricos, o tendidos telefónicos.

Las compañías distribuidoras de energía eléctrica y de telecomunicaciones informan pérdidas millonarias que afectan a cientos de miles de usuarios.

Solitarios o en grupo, los ladrones se trepan a los postes de luz o cavan pozos para desenterrar los cables, que después terminan ofreciendo en las metaleras y fundiciones que operan de forma clandestina.

Telefónica registró en el último año casi 4 mil robos de cables, el equivalente a 440 km de largo, que le costó a la empresa millones de pesos en gastos de reposición y reparación del tendido.

Quienes pertenecen al rubro de la comercialización de metales, explican que el aumento de los robos está directamente relacionado con la crisis económica y el aumento del valor de los metales.

Mirá también:

- Cazadores de metales: se roban picaportes, porteros eléctricos y no se salvan ni las iglesias

- Contratado por un día: Roberto Funes Ugarte se prueba como fundidor

Ir a la nota original